Entre los insectos chupadores que visitan el jardín y la huerta, uno de los más difíciles de erradicar es la mosca blanca.
Esto se debe a que tiene la capacidad de desarrollar resistencia a los productos químicos, y a que se adapta con facilidad a nuevos hospedantes.
Es una plaga importante tanto en vegetales destinados producción como en los ornamentales.
Al interrumpir la circulación de la savia, impide la correcta alimentación de ésta, provocando su debilitamiento y hasta su muerte.
Es, además, vehículo de transmisión de virus, bacterias y hongos desde plantas infectadas hacia plantas sanas.
Este insecto pertenece a la familia Aleroidae en el órden Homoptera.
Su ciclo de vida es corto, dando lugar a varias generaciones en una misma temporada.
El calor y la humedad favorecen la aceleración de los ciclos, es así que en verano puede demorar entre 20 y 40 días, mientras que en invierno de 3 a 4 meses.
Aparecen en el envés de las hojas, los adultos miden 1 mm apenas, son blancos con las alas posicionadas horizontalmente a los lados del cuerpo; para poder apreciarlos a simple vista, habrá que mover el ramaje para que levanten vuelo. Los individuos inmaduros son de color verde casi transparente.
Los vientos favorecen su dispersión en largas distancias; cuando se trasladan por sus propios medios lo hacen en distancias cortas volando cerca del suelo.
Larvas y adultos son chupadores.
La hembra de mosca blanca adulta pone sus huevos en el envés de las hojas, lo que a simple vista tiene apariencia de polvo blanco por lo pequeños.
De 20 a 24 horas después, hacen eclosión. Los nuevos individuos pasarán por 4 estados larvarios antes de ser adultos.
En el primer estado larvario surge la larva ( de unos 0,25 mm) y se fija en el envés de la hoja, comenzando inmediatamente a chupar.
En el segundo estado, ya mide 0,4 mm, y le aparecen las patas.
En el tercer estado mide 0,5 mm y es transparente aún.
En el cuarto estado aparecen los ojos y otros órganos además de aumentar notoriamente de tamaño.
El desarrollo de los cuatro estados larvarios demora un mes, dependiendo del clima.
Las larvas se auto protegen con una secreción que las cubre; dado que su sistema de succión no tiene válvula de control, el exceso es excretado como una sustancia pegajosa azucarada que cae a hojas inferiores promoviendo la aparición de "negrilla" (cladosporium spp), que impide la fotosíntesis y la respiración de la planta hospedante.
La pupa de la mosca es blanca y opaca. La mosca adulta sale a traves de un orificio en T y echa a volar.
A simple vista se puede apreciar el daño producido por esta mosca en los frutos con falta de desarrollo, en hojas deshidratadas, en la caída de hojas jóvenes y en la detención del desarrollo general de la planta.
El control químico de esta plaga es muy difícil al ser un insecto muy resistente. Si bien en grandes plantaciones no es práctico utilizar otros métodos, se hace necesario ir cambiando de sustancia activa cada poco tiempo.
En los primeros estadíos larvarios son efectivos insecticidas a base de Buprofezin, Butocarboxim, Fenazaquim o Lufenuron, los que además respetan a sus predadores naturales.
La utilización de agroquímicos sin el correspondiente asesoramiento, puede no eliminar la mosca (que tiene gran resistencia) pero sí a sus depredadores, produciéndose entonces un desequilibrio que desemboca en un aumento de la poblacion de mosca blanca.
El control biológico es el más efectivo, pero no siempre el más aplicable, lamentablemente.
De buen resultado en invernaderos, donde el espacio es limitado, no tiene el mismo resultado cuando se trata de grandes áreas de cultivo al exterior.
En pequeños espacios como un jardín o un balcón, puede usarse repelentes a base de clavo de olor, que serán útiles también para cochinilla, pulgón, araña roja y trips. Consiste en dejar en maceración durante por lo menos 15 días, 6 ó 7 clavos de olor por litro de agua, usando el líquido resultante en aplicaciones semanales. La proporción de clavos puede variarse si se desea.
Son de muy buen resultado las trampas confeccionadas con placas de 30 cms x 30 cms en material plástico o similar, de color amarillo (son atraídas por el amarillo y por el verde claro), untadas con sustancia pegajosa que puede ser grasa de carro o hasta aceite comestible. Se colocan en distintos lugares del área.
Este método es útil para la captura de la mosca y también para su detección.
Sus enemigos naturales son unas pequeñas avispas, (Eucarsiela formosa, Eretmocerus eremicus, Eretmocerus mundanis entre otras), que parasitan en las larvas en sus primeros estadíos, mermando notoriamente la población.
La chinche Macrolophus caliginosus es muy útil comiendo los huevos de la mosca blanca, siendo también útil contra araña roja y áfidos.
La prevención consiste en revisar las plantas nuevas que llegan a nosotros.
En caso de aparecer mosca blanca en un ejemplar, revisar los alrededores buscando su ubicación en plantas cercanas.
Desechar los ejemplares muy atacados con esta plaga, envolviéndolos previamente en bolsas de plástico y aplicando insecticida dentro, cerrando con cuidado para que no escape ninguna.
2 comentarios:
muchas gracias por el comentario es muy interesante
muchas gracias,probaré con los clavos de olor.
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