Amelopsis

Nombre científico: Amelopsis brevipedunculata
Familia: Vitaceae
Origen: Norte y Este de Asia

Otros nombres:
UK : Porcelain berry
Francia: Amour pepperrine

Trepadora decidua, vigorosa, que puede llegar a 5 mts. de altura. Hojas alternas, tri o pentalobadas de borde crenado y levemente festoneado con pecíolos largos, tallos jóvenes rosados.

Flores insignificantes, verdosas en forma de cimas axilares opuestas las hojas.
El atractivo de esta especie radica en los pequeños frutos (drupas) que al ir madurando toman tonalidades que van del rosa al azul.

Para colocar en cercos, árboles fuertes, pérgolas, etc. Trepará pronto. Si no se le pone apoyo se comportará como rastrera siendo útil para terraplenes o amplias rocallas. Conviene hacer notar que debe mantenerse controlada, pues tiende a ser invasora.

Florece en verano; al llegar el otoño sus hojas toman color verde azulado dando marco al azul intenso de sus frutos que son muy apetecidos por las aves, lo que hace un conjunto sumamente atractivo.

Gusta del suelo húmedo y poco drenado pero no pantanoso; se puede aportar en otoño abono orgánico, o fertilizante de liberación lenta cada 3 ó 4 meses durante todo el año.

Riegos moderados durante el período vegetativo, disminuyendo a medida que llegan las lluvias.

Vigilar la posible aparición de hongos.

Se puede ubicar al sol o semisombra. Tiene buena resistencia al frío.

No es atacada fácilmente por plagas y enfermedades comunes del jardín. Pero el escarabajo "popillia japonica" (japanese beetle) puede atacar sus hojas: tratarlo con insecticida a base de Malathion, que se aplicará en horas de la tarde, cuando la incidencia de los rayos solares sea menor. Las larvas de los escarabajos viven y se alimentan bajo la tierra, de modo que sería útil en caso de detectar adultos en las hojas, tratar también el suelo con el mismo producto.

Multiplicación por semillas y por esquejes semi maduros, ambos en primavera.

Amelopsis deja caer sus semillas, las que quedan en el suelo pudiendo pasar años allí latentes, hasta que se den las condiciones climáticas que necesitan para prosperar.