Nombre científico: Aconitum japonicum
Familia: Ranunculaceae
Origen: Asia oriental
Otros nombres
Japón: Yama-tori-cabuto
Brasil: Capuz de frade
UK : Monkshood
España: Acónito
Sinónimo: Aconitum lycoctonum
Trepadora perenne de follaje abundante, propia de lugares frescos de montaña; en cultivo alcanza normalmente de 2 a 4 mts de altura.
Una vez establecidas tienen crecimiento rápido y convendrá proporcionarle un apoyo firme
Hojas palmatilobadas de borde marcadamente dentado, alternas, de hasta 20 cms. de diámetro, en color verde oscuro con nervaduras bien notorias.
Inflorescencias bracteadas a lo largo del extremo de las ramas formando una panoja racemosa de flores azules o moradas, hermafroditas, zigomorfas, con el perianto petaloideo compuesto por cinco piezas de las cuales la superior es muy cóncava (a modo de bolsa con el fondo hacia arriba) y cubre parte de los petaloides laterales, los restantes dos son más pequeños pero se ven completamente; tubo nectarífero espiralado, múltiples estambres y 3 carpelos soldados en la base.
Muy ornamentales en pérgolas, cercos vivos, o apoyadas en árboles de tronco firme. Puede cultivarse en maceta colgante durante las primeras etapas de crecimiento.
Ubicación ideal: semi sol, pero acepta bien ser ubicada al sol evitando en lo posible las horas del mediodía en aquellos climas de sol muy fuerte.
Florece desde finales de primavera hasta finales de verano, y aún en otoño si el clima lo permite.
Gusta del suelo bien drenado, algo arenoso y con buena proporción de humus, ácido o semi ácido con un PH entre 5.1 y 6.5
Riegos frecuentes durante la floración de modo de mantener el suelo húmedo pero no encharcado. En el período de reposo los riegos serán más espaciados; en zonas de inviernos lluviosos pueden ser nulos.
No tolera la sequía.
En su período joven puede hacerce pinzamientos de brotes apicales para favorecer la aparición de ramas nuevas, una vez establecida la poda será de formación.
Puede ser multiplicada por semillas en primavera o por división de mata en primavera u otoño.
Toda la planta es venenosa por su alto contenido de alcaloides, principalmente la aconitina, uno de los más potentes venenos del mundo vegetal.
Se calcula que bastan 5 grs. de acónito para causar la muerte a un humano adulto, por lo tanto se desaconseja su uso casero en cualquiera de sus formas.
La intoxicación produce al principio una excitación general, luego el adormecimiento de boca y garganta, seguido de molestias gastrointestinales y una baja de la temperatura corpórea, y más adelante parálisis en los aparatos respiratorio y circulatorio desembocando en muerte por asfixia.
Todo el proceso dura unas pocas horas.
Los preparados obtenidos por la medicina natural se logran a partir de los ejemplares silvestres.
Se utilizan todas las partes de la planta, pero principalmente la raíz.
Por modificar las terminaciones nerviosas se usa como analgésico, también como sedante leve.
Tiene aplicación como antitusígeno, febrífugo y como vasoconstrictor.
Su contenido de higenamina, otro alcaloide, le da propiedades cardiotónicas.
Según el significado de las flores es sinónimo de venganza.
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