viernes, 7 de septiembre de 2007

Son flores y algo más.....( 9 )



Nombre científico: Amatanthus caudatus
Familia: Amaranthaceae
Origen: zonas tropicales de América, Africa o Asia


Otros nombres
Perú: Kiwicha (lengua Quechua)
Brasil: Amaranto de cauda
España: Moco de pavo
Francia: Blé des Incas
UK : Velvet flower
USA : Cattail - Love lies bleeding


Sinónimos: Amatanthus edulis y Amaranthus mantegazzianus

Herbácea anual densamente ramificada y de poco mantenimiento, que alcanza hasta 1mt de altura promedio en jardines, mientras como cultivo cerealero llega al doble de altura.

Hojas simples, alternas, aovadas anchas de hasta 18 cms de largo, con pecíolo largo y rojizo.
Inflorescencias en largas panículas laxas o erectas o semi erectas, terminales y axilaares, con enorme cantidad de diminutas flores masculinas y femeninas sin pétalos; color rojo granate aunque existen cultivares en color amarillo y en verde.

De efecto muy ornamental integrando grupos, en bordes de senderos, y en sus variedades más bajas, para cestos colgantes. Las inflorescencias desecadas conservan su color y son muy utilizadas en arreglos artesanales.
Florece en verano y continúa así hasta la llegada de los primeros fríos.

Se ubica en pleno sol, mejor si está protegida del sol del mediodía y de vientos fuertes.
Acepta también semi-sol, pero se consigue una mejor floración a pleno sol.

No es muy exigente en cuanto al suelo, pero el ideal es suelto y fértil. Una buena mezcla: tierra de jardín, arena dulce, humus en partes iguales, asegurando un buen drenaje. PH ideal entre 6.5 y 7.5

Riegos abundantes durante la estación cálida, manteniendo en lo posible su suelo húmedo sin encharcar.

Se reproduce por semillas que da en forma abundantísima, sembrando en almácigos en primavera.


Algo más...

Cuando el conquistador llegó a tierras americanas, ya los Incas usaban sus semillas como parte importante de su alimentación.
Para los Aztecas era un grano comestible muy nutritivo y planta sagrada en rituales religiosos y mágicos.
En la antigua Grecia le atribuían propiedades curativas y con sus flores adornaban tumbas e imágenes de dioses. Simbolizaba la inmortalidad.

Una sola planta puede producir miles de semillas y pueden conservar sus propiedades por más de 40 años. Tienen alto valor nutritivo por la calidad y cantidad de sus proteínas ( de 14 a 16%): el doble del arroz y maíz, y entre un 60 y 80% más que el trigo.
Es rico en fibra dietética, calcio, hierro, almidón amilopectinado, metionina, vitamina C, E y complejo B, grasas poliinsaturadas y tiene bajo contenido de gluten.
En semillas de A caudatus se aislaron en 1991 dos péptidos antifúngicos.
Por su contenido en lisina y triptófano es desintoxicante.

En Perú se produce la kiwicha desde antes del descubrimiento de América, es un grano procedente del A caudatus, que contiene los aminoácidos escenciales en la alimentación humana y puede sustituír las harinas de trigo, cebada o centeno en las dietas de personas con intolerancia a esos cereales.
Contribuye al desarrollo de las células cerebrales fortaleciendo la memoria y facilitando el aprendizaje.
Además reduce los niveles de colesterol en sangre.
Se come cocido en cremas, sopas, guisados, panes y postres.
Es un alimento muy adecuado en las distintas etapas del crecimiento: niños, mujeres embarazadas o en período de lactancia, y también jóvenes.

En medicina natural son conocidas sus propiedades como astringente y regulador del flujo menstrual.
Partes utilizadas: hojas
Se indica en casos de diarrea, disentería originada por amibas, y también en casos de menstruaciones excesivas.

Sartenada de amarantos

1 kg ½ de amarantos (hojas)
2 cebollas medianas
Aceite de oliva
250 gr de avellanas peladas
Manteca
Sal y pimienta

Lavar y escurrir los amarantos.
Poner el aceite en una sartén y allí rehogar las cebollas cortadas en aros finos y enseguida agregar los amarantos.
Cocinarlos ¼ de hora agregando agua en pequeñas cantidades de vez en cuando.
Finalizada la coción salpimentar y servir con las almendras en trozos (tostadas o no) y un trozo de manteca encima.

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